
Terapia
Cognitiva-Conductual
La terapia cognitivo-conductual es la opción más efectiva a la hora de intervenir psicológicamente una amplia gama de dificultades. Se encuentran numerosos estudios que validan la eficacia y los beneficios que este tipo de terapia puede aportar.La idea central de la terapia cognitiva es que nuestras emociones se encuentran directamente relacionadas con nuestro pensamiento. La percepción e interpretación que hacemos de los eventos, afecta significativamente nuestras emociones, acciones y sensaciones corporales. Las emociones que nos perturban, como por ejemplo la ansiedad, son el resultado de interpretaciones distorsionadas de la realidad.
La meta de la terapia cognitiva es ayudar a la persona a reestructurar su pensamiento. Con guía y apoyo, las personas aprenden a identificar y modificar su forma usual de interpretar eventos, de valorarse a sí mismas y al mundo que les rodea. No se trata de pensar de forma positiva, sino más bien pensar en forma realista. Esta es una terapia estructurada, enfocada en la resolución de problemas y orientada en el presente.
La terapia cognitiva conductual busca obtener resultados en el menor plazo posible. La mayor parte de las personas obtienen resultados positivos en un plazo entre 12 y 25 sesiones. Se enfatiza el aprendizaje de estrategias prácticas que puedan ser utilizadas al finalizar la terapia para enfrentar las dificultades de la vida.
Se ha demostrado la efectividad de este tipo de terapia en: depresión, ansiedad, fobias, temores, ataques de pánico, trastorno obsesivo compulsivo, preocupación excesiva, trastorno de estrés post-trauma, insomnio y otros trastornos del sueño, conflictos interpersonales, autoconcepto negativo, tendencia a procrastinar, dificultad para manejar el enojo, entre otros.