
Ataques de pánico
Son episodios de miedo muy intenso, acompañados por una serie de incómodos síntomas físicos. Puede ocurrir en cualquier momento o situación. Se cree que alredor del 3% de la población sufre o ha sufrido un ataque de pánico.
Los síntomas físicos que suele experimentar la persona con ataques de ansiedad son: mareos, náuseas, respiración acelerada, dificultad para respirar, latido del corazón acelerado, dolor en el pecho, sensación de desmayo, adormecimiento o cosquilleo en extremidades, sudoración, temblores y/o sensación de desconexión con la realidad.
Mientras ocurre el ataque de pánico, la persona piensa que se está “volviendo loco”, que perderá el control de sí mismo, o que va a morir. La persona tiende a evitar situaciones donde crea que pueda experimentar un ataque de pánico o que no va a tener control de sí, (ej: manejar, ir al cine o lugares públicos, restaurantes, autobuses, lugares desconocidos, entre otros), limitando cada vez más su vida.